Desde OpenLaw somos conscientes de que la navegación en la red, que nos abre tantos horizontes, también nos arroja a un entorno distinto en el que las reglas no son exactamente las mismas que en el mundo físico. Por eso queremos contribuir a la seguridad en Internet de los usuarios de nuestra web facilitándoles algunos consejos sobre lo que deben hacer y lo no deben hacer.

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Cambie a menudo su contraseña

Para mejorar nuestra seguridad en internet debemos cambiar con frecuencia nuestras contraseñas y que éstas sean robustas (8 caracteres que incluyan mayúsculas y números). Instalar un buen antivirus y actualizar nuestro software. Además, es bueno hacer copias de seguridad.

No use la misma contraseña para todo

No es conveniente usar siempre y para todo la misma contraseña y tampoco es adecuado confiar en exceso en las wifi públicas, pues alguien podría acceder a nuestras claves desde un dispositivo cercano.

No abra correos si no conoce si no está seguro

Y sobre todo, para mejorar nuestra seguridad en internet no debemos abrir todos los correos si no sabemos cuál es su origen, ni acceder inrreflexivamente a cualquier enlace o descargar aplicaciones de cualquier sitio sin atender a los avisos de conexión insegura.

Utilice las redes sociales de forma sensata

Por supuesto, debemos hacer un uso sensato de las redes sociales, sin exponer nuestra intimidad o imagen. Al publicar contenidos en esas redes sociales perdemos el control sobre los mismos y aunque podamos exigir la tutela judicial sobre lo que otros publican o dicen sobre nosotros, lo sensato es comenzar por ser los primeros interesados quienes hagamos un uso respetuoso y discreto de las mismas.

Proteja a los menores de posibles abusos

Además, conviene saber, si somos responsables de menores, que debemos enseñarles a protegerse de eventuales abusos; es bueno que limitemos o vigilemos el uso que ellos hacen de las redes.

El derecho al olvido es posible

Hay otros asuntos que desde el mundo de la abogacía podemos poner en común con nuestros clientes: por ejemplo, aunque es contradictoria la jurisprudencia del Supremo sobre el llamado derecho al olvido (el que tiene una persona afectada por una información a que ésta, aunque fuera legítimamente publicada en su día, no continúe siendo ‘actualizada’ al enlazarla desde buscadores como Google), el derecho existe y puede ser exigido.

Cuidado: sus mensajes podrían ser un delito

Por otro lado, los mensajes difundidos a través de las redes sociales y otros medios vinculados a la sociedad de la información pueden ser usados como prueba de delitos o, incluso, constituir en sí mismos un delito si vulneran la intimidad, el honor o el derecho a la propia imagen de una persona, derechos todos ellos que se pueden exigir ante un juez mediante un procedimiento civil o penal.